Es la primera mascarada de invierno de la provincia de Ávila, cuando las toras salen en El Fresno coincidiendo con la festividad de San Antón.
Se trata de un personaje “travieso” que sale a asustar a mayores y pequeños: piernas cubiertas por sacos de papel atados con cuerdas, ropas viejas, cuernos de vacas en las manos, una calavera del mismo animal en la cara, y un saco de arpillera en la cabeza, y acompañados de sonido de cencerros.
Después de casi perderse la celebración y aprovechando que en 2015 cayó en fin de semana, la fiesta se ha revitalizado y ha empezado a acudir gente a presenciar un evento que se encuentra entre fiesta y rito ganadero. Cada año tiene lugar el sábado más próximo a San Antón.