TurismodeSalamanca
02-05-2020
1755
El 1 de noviembre de 1755 el terremoto de Lisboa estampa su fatídico sello en Salamanca. La torre de la Catedral Nueva, La Clerecía, la Biblioteca de la Universidad y varias iglesias de la ciudad sucumbieron al seísmo con grietas en sus estructuras y abriendo cicatrices para la historia. También el Tormes se revolvió intenso por la violenta naturaleza y sus aguas se oscurecieron. Salamanca sin embargo resistió el embestida y siguió construyendo su historia:
“Aquel que cae y se levanta es mucho más fuerte que aquel que nunca ha caído”
Texto: Alfredo Pérez Berciano
Fotografía: Andrés Ñíguez www.niguez.com
Las esquinas de Salamanca